El origen del pollo… Qué fue antes: ¿el huevo o la gallina?

Origen del pollo

Una pregunta para la que existen diversidad de opiniones, pero para la que nunca tendremos una respuesta concreta. Muchos filósofos han divagado y expuesto distintas teorías, unos dicen que el huevo, otros como Aristóteles defienden que la gallina, puesto que afirmaba que lo actual es siempre anterior a lo potencial. Sin embargo, nosotros apostamos por la afirmación del filósofo David Papineau, quien proporciona la siguiente solución: “Lo que define que un huevo sea de gallina es que contenga dentro de sí un pollo o una gallina, pero su origen puede ser cualquier otro.” 

Sea como sea, lo importante es que ha llegado hasta nuestros días y que hoy se ha convertido en uno de los protagonistas de nuestra mesa, utilizándolo en comidas, cenas o incluso desayunos. Pero… ¿Cómo ha llegado hasta aquí? Te lo contamos a continuación:

El origen del pollo: desde las junglas de la India hasta nuestra mesa

Como era de imaginar, hablar del origen del pollo y su primera relación con el ser humano es remontarse a la era del Neolítico. Algunos estudios sugieren que las primeras gallinas y pollos domesticados datan de hace más de 4.000 años y podrían haberse originado en las junglas de la India.

Si hablamos de los primeros registros de la domesticación de estas aves, nos encontramos con lugares tan alejados entre si como China, Egipto o Creta, alrededor del 1400 a.C. pero fue el Imperio Romano quien propagó la cría de gallos, gallinas y pollos en toda Europa mediante sus rutas comerciales.

¿Sabías que es uno de los animales más representados en la mitología y la religión?

Para los romanos, el gallo era un símbolo del dios de la guerra, Marte, y se usaba como sacrificio en rituales religiosos y como alimento. También se consideraba un emblema del valor. Las excavaciones arqueológicas han descubierto numerosos objetos que representan gallos, gallinas y pollos, algunos de los cuales se han interpretado como distintivos religiosos romanos relacionados con ofrendas o sacrificios paganos.

El gallo también es un símbolo destacado en la religión cristiana y La Biblia. Si se representa a este animal cantando, se hace referencia a la resurrección de Cristo. Por esta razón, algunas iglesias conservan la tradición de colocar una veleta con forma de gallo en su punto más alto. Interesante, ¿verdad?

Ahora que conocemos el origen del pollo… ¿Cómo llegó a nuestras mesas?

Desde la antigüedad, ha habido numerosos videntes, oráculos y médiums que han intentado leer el futuro en las entrañas de las aves sacrificadas. Esta práctica aún se mantiene en algunos rituales actuales. Durante la Edad Media, se inició la diferenciación y selección de razas de aves, y la carne y los huevos que proporcionaban estas aves adquirieron una gran importancia en la alimentación.

En la Edad Moderna, la carne de gallina y pollo a veces se consideraba un alimento de segunda categoría, ya que era común entre las clases medias y bajas de la sociedad y no ofrecía el exotismo de otros alimentos como el faisán.

Pero fue en Francia donde se produjo un cambio de mentalidad en la sociedad cuando, en el siglo XIX, los chefs de las mejores escuelas de París comenzaron a elaborar platos con pollo que recibieron importantes premios, lo que ayudó a mejorar la reputación del pollo como alimento.

Y fue desde este momento, cuando comenzó a utilizarse cada vez más en todas las elaboraciones gastronómicas.