Se acabó la bollería industrial. Salud y originalidad con estas 5 meriendas divertidas
Como comentábamos en blogs anteriores, los embutidos son fundamentales en nuestra tabla de aperitivos. Además de rápidos y sencillos de preparar, nos aportan las proteínas necesarias e imprescindibles para una vida saludable. Y nos encantan. Aún así, la lucha con los más pequeños de la casa es tan rutinaria en los hogares españoles que casi alcanza el trending topic. ¿Cómo conseguir que nuestros pequeños se aprovechen del mejor sabor y las propiedades del fiambre sin abusar de la monotonía del bocadillo? Os proponemos cinco meriendas divertidas para los más pequeños de la casa.
– Paninis caseros de jamón serrano y rúcula: Dale la vuelta al bocadillo y mételo al horno. Los ingredientes del panini, o de la focaccia son prácticamente los mismos que los del bocata. Para el nuestro solo se necesita fiambre, queso, un poco de tomate frito y, bueno, puedes añadirle lo que quieras. Nosotros te recomendamos hacerlos de mozzarella, jamón serrano y un toque de rúcula. Sencillo, rápido y diferente.
– Flamenquines de jamón york y pesto: Estos rollitos se alejan de las complicaciones, son pura diversión. Y lo mejor de todo, están deliciosos. Los ingredientes son exactamente los mismos que los de un sandwich. Elige el fiambre a tu elección: Bacon, jamón, pavo… móntalos sobre una base de pan, enróllalos y a la sartén con un poco de aceite. Una delicia. Desde la Abuela Julia os recomendamos utilizar jamón de york, queso y un toque de salsa pesto. Una combinación diferente pero que nunca falla. Cuando el queso se haya fundido y los flamenquines estén ligeramente tostados, estarán listos para degustar.
– Dominó-quesadillas: Otra de nuestras meriendas divertidas. Las quesadillas son sencillísimas y sus ingredientes son también muy parecidos a los del sandwich, pero con resultados sorprendentes. Para su elaboración sólo necesitamos fiambre y fajitas de maíz. Si queremos darles un toque más divertido podemos cortar las fajitas en forma rectangular y dibujarles por encima con un poco de salsa de soja unos lunares como si fuesen un dominó. A nosotros nos encantan con pavo, queso suave y un poco de lechuga. Vuelta y vuelta en la sartén y ¡voilà! Otra de nuestras meriendas divertidas en un santiamén.
– Cubo de Rubik: No te estrujes la cabeza, con esta merienda les toca pensárselo a ellos. Este cubo de Rubik te librará de más de un apuro si tienes prisa o se te ha acabado el pan. Coge todos los embutidos que tengas en tu frigorífico y córtalos en tacos del mismo tamaño. Chorizo, salchichón, jamón, lomo embuchado… Apílalos en forma de cubo. El resto será cuestión de disfrutar.
– Croissants caseros rellenos de fiambre: Si te sobran trozos de masa quebrada o de hojaldre, estos croissants pueden ser el mejor de tus aliados. Son bonitos, diferentes y saben fenomenal ¿Qué más se le puede pedir a una merienda? Complétalos con tu fiambre favorito. A nosotros nos encantan con chorizo y salchichón.
