Si alguna vez te has preguntado por qué tu carne de cerdo no queda tan jugosa y sabrosa como esperabas, puede que el problema esté en el marinado. Porque sí, marinar carne de cerdo tiene su ciencia… y también sus trucos “de la abuela”.
A continuación, repasamos los errores más comunes y te damos consejos fáciles para que aprendas a marinar carne de cerdo a la perfección.
Errores comunes al marinar carne de cerdo
- Usar sal al principio del marinado. Aunque parezca lógico, añadir sal al principio puede secar la carne. Es mejor añadirla al final, justo antes de cocinar.
- Dejarlo demasiado tiempo. El cerdo no necesita eternidades. Entre 4 y 12 horas suele ser suficiente. Si lo dejas más, corres el riesgo de que se “cueza” en el ácido o se vuelva pastoso.
- No secar la carne antes de cocinar. Un fallo habitual: sacar la carne del marinado y llevarla directa a la sartén o al horno. Error. Seca el exceso para evitar que se cueza en vez de dorarse.
- Usar solo limón o vinagre. Los ácidos ayudan a ablandar, sí, pero si te pasas, te cargas la textura. Equilibra con ingredientes grasos.
Cómo marinar carne de cerdo como una experta (o una buena abuela)
- Elige el corte adecuado La paleta, el lomo o las costillas funcionan genial con marinados. Si es una pieza más magra, no lo dejes tanto tiempo.
- Equilibra los ingredientes. Piensa en 3 elementos:
- Ácido: vino blanco, vinagre suave, zumo de limón o naranja.
- Graso: aceite de oliva, leche.
- Aromático: especias (pimentón, comino, orégano), ajo, hierbas frescas…
- Usa una bolsa hermética o un táper de cristal. Evita el metal. Y asegúrate de que toda la carne quede cubierta.
- Guarda siempre en la nevera. No marines nunca a temperatura ambiente, especialmente en verano.
Truco final de la abuela:
Añadir una cucharadita de miel o mostaza en el marinado le da un toque caramelizado irresistible al cocinar la carne de cerdo. Pruébalo con costillas… y verás.