El consumo del pavo gana cada vez más adeptos ¿aún no sabes por qué?
El pavo es uno de los productos más reclamados de los refrigeradores de nuestros mercados. En un contexto en el que cada día nos preocupa más cuidarnos, el consumo del pavo y, especialmente, el de la pechuga de pavo ha aumentado progresivamente. Y no es de extrañar. La pechuga de pavo cocida es una opción saludable, fresca, versátil y funcional para cualquiera de nuestros platos. Además, nos permite variar el consumo cárnico. Y lo mejor de todo, nos encanta su sabor.
La principal característica que hace de la pechuga de pavo un atractivo para todas las dietas es su bajo contenido en grasas. Es el embutido más ligero de todos. Por eso, resulta el perfecto aliado para una dieta sana y especialmente para perder peso. El bajo contenido en grasas también hace de él el compañero perfecto para las personas con colesterol alto.
Las ventajas del pavo siguen creciendo por su alto contenido en proteínas. De hecho, el pavo es el fiambre más rico en proteínas del supermercado. Esto le convierte también en un alimento ideal para los niños, ayudándoles en su crecimiento. También es un alimento especialmente recomendado para todo tipo de deportistas.
No hay grasas saturadas ni carbohidratos. Y, además, es rico en vitamina B3, beneficiosa para el sistema circulatorio y para combatir enfermedades como la diabetes o la artritis.
Sin embargo, y a pesar de sus beneficios, es importante exigir siempre la mayor calidad a nuestros productos. El pavo ha de tener la piel suave y color blanquecino. No debe haber manchas rojas, ni ha de tener un tacto pegajoso. Y, por supuesto, siempre ha de conservarse fresco.
Una vez seleccionado el mejor producto, ya solo queda disfrutarlo. A la plancha, en bocadillo, en ensaladas, como fiambre e incluso solo. Tenemos pavo para todos.