Para cocinar cualquier tipo de carne y que quede de lujo, debes tener en cuenta una serie de consejos. Aunque el punto de cocción de la carne es una cuestión de gustos y costumbres, en La Abuela Marga compartimos nuestros secretos para que tus recetas de carne de ternera, de cerdo, de pollo o cordero te salgan aún más sabrosas y que tus invitados queden encantados.

Cuando cocinamos la carne se produce una evaporación de sus jugos naturales, por lo que aquellas que están muy hechas tienden a secarse e incluso adquieren un sabor diferente. Por otro lado, si optamos por cocinar la carne poco tiempo para que quede cruda, esta conserva más proteínas, así como hemoglobina, mioglobina y agua – encargados de otorgar el color a la carne –. Por lo general, estas gradaciones de cocción se suelen aplicar a la carne de vacuno. Sin embargo, se recomienda que otras como la carne de pollo, de cordero o de cerdo se consuman bien hechas.

Sigue estos consejos para cocinar la carne

En primer lugar, debes elegir productos de calidad, como los de La Abuela Marga. Además, para lograr el punto exacto es esencial el modo de preparación, el acompañamiento y la presentación del plato. Aquí te dejamos unas claves que seguro te ayudarán en la cocina:

• El momento perfecto para la sal

 Si vas a preparar guisos o cocidos, debes salar la carne antes de meterla en la olla. Esto hará que la carne suelte su jugo y ligue mejor. En el caso del cocido, si tu plato incluye un producto ya salado como el jamón o el chorizo, tendrás que añadir menos cantidad de sal. Y si te quedas corto, puedes ir rectificando la cantidad antes de servirlo en la mesa, ya que son recetas de larga cocción.

Por otro lado, si cocinas la carne a la plancha, a la brasa o a la parrilla, el mejor momento para salar la carne es siempre al final, justo antes de sacarla. De este modo, evitarás que la pieza quede seca. Además, si empleas escamas de sal o granos gordos que estimulan las papilas gustativas, la carne quedará deliciosa.

• Si no tienes tiempo de marinar…

Hace unos meses dedicábamos un artículo a este tema, en el que te contábamos el procedimiento de marinar diferentes piezas de carne. Pero si no tienes tiempo para ello o te parece una laboriosa tarea, no hace falta que las marines durante horas. A la hora de cocinar la carne, utiliza un rico Aceite de Oliva Virgen Extra – como el de Valle de las Monjas– y añade unas ramitas de romero o tomillo a la sartén. ¡El resultado te dejará sin palabras!

• ¡Ojo con el horno!

Aunque se trata de un modo de cocción sencillo y limpio, el principal problema de cocinar la carne al horno es que las piezas queden secas. Sin embargo, puedes evitar esto si sigues estas recomendaciones. Lo principal, y como siempre recordamos en nuestras recetas, es precalentar el horno. ¿Cuánto tiempo? Unos 10-15 minutos a 180º suelen ser suficientes. Después, procura tener, bien dentro del horno o fuera de este, algún tipo de líquido para ir rociando la carne con él.  Además, puedes recuperar los jugos de la bandeja, echarlos por encima de la pieza de carne o bien servirlos en salsera junto al plato. Una forma de disfrutar del momento ¡toma pan y moja!

• La temperatura «ideal» para cocinar la carne

Si quieres hacerlo como un profesional, puedes saber la temperatura de la cocina utilizando un termómetro de cocina.  Sin embargo, en una cocina particular resulta difícil controlar la temperatura exacta en las ollas y sartenes. Pero con estos sencillos consejos de cocción seguro que sales airoso. Si cocinas cortes como chuletones, solomillos, filetes de ternera, debes echarlos a la sartén cuando esta esté muy caliente. De esta forma conseguirás un color dorado en el exterior y una deliciosa jugosidad por dentro. Con carne como el pollo y el cerdo siempre debes cocinarlos del todo para que no queden crudas. La temperatura ideal es un fuego medio para que no se quemen por fuera a la vez que se cocinan por completo en el interior. Por último, la carne para guisos y estofados necesita de un cocinado largo y lento, a fuego moderado o bajo. Así quedará tierna y con una textura deliciosa en la boca.