La cocción de la carne es un aspecto fundamental para disfrutar de su sabor y textura de acuerdo con las preferencias de cada persona. Dentro del mundo de la gastronomía se han establecido 5 niveles de cocinado, desde un sellado que conocemos popularmente como «vuelta y vuelta» hasta el muy hecho, cada punto ofrece una experiencia distinta en términos de jugosidad, firmeza y temperatura interna. Conocer las características de cada nivel de cocción permite elegir la opción ideal para cada corte y gustos.
Estos son los puntos de la carne
Los puntos de la carne son cinco se ha establecido de menos a más hecha: muy poco hecha, poco hecha, al punto, hecha y muy hecha. Cada nivel de cocción requiere de una temperatura determinada y técnica de cocinado.
Muy poco hecha
Este punto de cocción se caracteriza por una temperatura interna de 45-50°C. La carne presenta un color rojo intenso en el centro, casi cruda, con el exterior sellado brevemente. Para conseguir este punto, se debe cocinar a fuego alto durante 1-2 minutos por cada lado. Es ideal para los amantes de la carne en su estado más natural y jugoso.
Poco hecha
La carne poco hecha, también conocida como rare, saignant o sangrante, alcanza una temperatura interna de 52-55°C. Su apariencia se caracteriza por un centro rojo, mientras que el exterior está caliente. Es jugosa y tierna, ideal para quienes disfrutan de una carne con un ligero sellado exterior. Para conseguir este punto, se recomienda cocinarla entre 3 y 4 minutos por cada lado.
Al punto
También llamada medium rare o 3/4, tiene una temperatura interna de 55-60°C. Presenta un centro rosado, jugoso y caliente, logrando un equilibrio perfecto entre sabor y textura. Para obtener este nivel de cocción, se debe cocinar entre 5 y 6 minutos por cada lado. Es el punto preferido por muchos, especialmente para cortes como entrecots y solomillos.
Hecha
La carne hecha, conocida como medium well se cocina a una temperatura interna de 65-69°C. Su apariencia muestra un centro ligeramente rosado, con una textura más firme y menos jugosa. Se logra cocinándola entre 7 y 9 minutos por cada lado, siendo una opción ideal para quienes desean un toque de jugosidad sin rastros de carne cruda.