La perfección no existe. Hay cosas que nos parecen perfectas, eso sí. Por supuesto, la propuesta para la preparación de la hamburguesa perfecta es algo nuestro, propio, y, por tanto, subjetivo. Es una opinión, pero una opinión fundada en la experiencia que tenemos en carnes y cocina.
Por eso, nuestra propuesta sigue siendo la de la hamburguesa perfecta.
La hamburguesa perfecta. Aspectos a tener en cuenta de los ingredientes.
Son muchos los factores que influyen a la hora de hacer la degustación de la hamburguesa toda una experiencia. Nosotros hemos redactado un breve listado que se acerca mucho a reunir las características de las que debe hacer gala toda hamburguesa perfecta:
Pan resistente
Puede parecer de perogrullo, pero ni mucho menos. El pan ideal debe aguantar el contenido sin ceder, humedeciéndose lo justo para aprovechar el jugo que puedan soltar los ingredientes sin romperse ni hacerse bola al masticar. Hay quien opta por el pan de brioche para esto, y es muy buena opción si no te disgusta el regusto a mantequilla; la humedad de este pan será siempre la misma y garantizará que te comas la hamburguesa a bocados sin tener que recurrir a los cubiertos. Cualquier otro pan es una opción es perfectamente válida, pero recuerda comprobar que al tacto no está muy seco o acabarás comiendo migas mojadas con carne y verdura con las manos. Hay veces que conviene darle una pasada por la plancha a una de las caras si queremos que sea más consistente.
Verdura fresca
Tierna donde deba y crujiente donde se espere, y el tomate en rodajas finas.
El resto de vegetales que no sean los anteriores deberían llevar una vuelta de plancha, sobre todo la cebolla. Excepto si es morada, que no se repite si está cruda.
El queso
Por supuesto, como todo en esta lista, va en gustos. Pero nuestra recomendación es que vaya lo más cerca posible de los elementos calientes, uniendo estos con los frescos. El queso, aparte de darle jugo a la hamburguesa, funciona como un pegamento comestible para que esta no se desmorone.
La salsa
Echa la suficiente como para dar sabor, pero no tanto como para que chorree ni como para quitarle el protagonismo a los ingredientes de sabor más suave.
La carne
A la plancha, sin aceite ni mantequilla, o con aceite, o con mantequilla. Todo depende de los matices que quieras notar. Eso sí, no la cocines recién sacada del frigorífico; dale un tiempo a que atempere para poder hacerla con todo el sabor que tiene su carne.
Arquitectura de la hamburguesa
Una hamburguesa no es un bocadillo, como mucho prima hermana. A diferencia del bocadillo; el pan de la hamburguesa no es lo suficientemente resistente como para aguantar peso sin romperse, por lo que la distribución de los ingredientes debe tener un objetivo añadido: ayudar al pan.
Para montar la hamburguesa hay varias combinaciones, pero nosotros tenemos una favorita. Esta arquitectura permite que los ingredientes frescos se mantengan como deben sin verse afectados por el calor de la carne y el resto de ingredientes cocinados.
Funciona de la siguiente manera, en orden ascendente:
- Base de pan
- Salsa suave untada en la base
- Vegetal frío
- Queso
- Carne
- Queso
- Vegetal cocinado
- Tomate
- Vegetal frío
- Salsa untada en la tapa de pan
- Tapa de pan
¿Nos encontramos ante la arquitectura de la hamburguesa perfecta?
Probablemente no, pero nos aproximamos bastante. Queda en tu mano decidir si esta que te proponemos merece tu alabanza.
¡Disfruta cocinando!